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Strauss-Kahn, presunto culpable

Edurne Uriarte el

Se ha desinflado la tesis de la conspiración en el caso Strauss-Kahn. Tanto en los medios de comunicación franceses como en los españoles, Strauss-Kahn se ha convertido en presunto culpable. El semanario L´Express, por ejemplo, apunta en esa dirección de culpabilidad, tanto en sus artículos como en las viñetas del gran Plantu. 

 

 Hasta tal punto se ha asumido la culpabilidad de Strauss-Kahn que su caso se ha convertido incluso en un estandarte para la movilización feminista en contra de las agresiones sexuales. Por ejemplo, la que alienta hoy El País con el artículo de Ana Teruel, “Y las mujeres francesas dijeron basta” que va acompañado de otro artículo de Patricia de Souza, “Ofelia o la mujer sin rostro”. Ambas dan por supuesta la culpabilidad de Strauss-Kahn.

 

 

 

 Y, sin embargo, y cuando se lee detenidamente la información que disponemos sobre el caso, me refiero a ello en mi artículo de papel de hoy en ABC, “Rico, poderoso y hombre”, no hay manera de eliminar la hipótesis del montaje o de la conspiración. Muy en especial, cuando tenemos en cuenta que todos los medios de comunicación ofrecen el dato de las supuestas dos felaciones forzadas. ¿Dos felaciones forzadas sin arma amenazadora de por medio? A lo que se añaden las rectificaciones sobre la supuesta huida de Strauss-Kahn del hotel, pues ahora resulta que se fue con toda tranquilidad. Y a lo que se añade algo tan esencial desde el punto de vista del análisis periodístico como es la ausencia total de información sobre la presunta víctima que pudiera ser contrastada con la que tenemos sobre el presunto agresor.

 

 No obstante todo lo cual, los medios ya han crucificado como culpable a Strauss-Kahn antes de haber sido enjuiciado. ¿A través de los datos con que contamos? ¿O más bien a través de los prejuicios ideológicos, rico, poderoso, financiero y hombre contra pobre, inmigrante y mujer, con que juzgamos el caso? Me inclino por la segunda explicación.

Conspiraciones
Edurne Uriarte el

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