Reconozco mis dudas en la valoración de las sanciones por la pitada al himno, veo el vaso medio vacío y medio lleno. Medio vacío porque ha habido tembleque en la Comisión Antiviolencia cuando no ha tenido el valor de decretar cierre de los estadios, sólo multas. Como bien dice hoy el editorial de este periódico, “ultrajar el himno aún sale barato”. Y es que ya se han cerrado parcialmente estadios por insultos a jugadores. ¿Y no se cierran por los insultos a todos los españoles?
Ahora bien, también lo veo medio lleno por otras dos razones. Porque es la primera vez que se sanciona la pitada al himno, es un avance significativo. Y porque hasta una sanción limitada como ésta ha tenido un apoyo muy minoritario. Este periódico y poco más, repásense hoy los medios y las distintas declaraciones. Y no porque a otros les parezca una sanción muy suave como nos parece en ABC, no, sino porque la ven excesiva y les preocupan las reacciones nacionalistas.
O sea, lo de siempre. Miedo y tembleque, mucho más en quienes callan que en los miembros de la Comisión Antiviolencia que, aunque con excesiva prudencia, han conseguido dar un paso en la buena dirección.
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