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Blogs El blog de Edurne Uriarte por Edurne Uriarte

Los árbitros, Mourinho y … Garzón

Edurne Uriarte el

La extraordinaria variedad de delirantes defensas de Garzón merece ser agrupada  bajo el genial concepto que nos propone hoy Ignacio Ruiz Quintano en su imprescindible columna de los lunes en ABC: “la industria del antifascismo mediático(“La centralita bloqueada”).

La tal industria del antifascismo mediático nos ha ofrecido dos gloriosas piezas este fin de semana. La primera en The New York Times, que es El País de la izquierda americana y que cuenta las noticias de España como si Franco aún no hubiera muerto. Con el diario de Prisa como única fuente de información sobre España, por lo que tiende a copiarle los editoriales y las mentiras, como la de que Garzón está en el banquillo de los acusados “por investigar los crímenes franquistas”. A lo que añade que tiene otras dos causas judiciales abiertas, pero son “políticas”, sin especificar nada sobre el carácter “político” de los dineros de Botín o de las escuchas ilegales (Truth on Trial in Spain”).

La segunda pieza de la industria del antifascismo mediático de este fin de semana es mucho más divertida porque está escrita por John Carlin, ese estupendo articulista que, no sé si por su origen sudafricano, también se hace un pequeño lío con el fascismo y con Franco (También con ETA y los mediadores, pero eso es asunto para otro día). Resulta que, según Carlin, en el fútbol español discutimos tanto de los árbitros porque el poder judicial está muy politizado. ¿La prueba? “el bochorno del juicio contra Garzón”, argumenta Carlin (“Garzón y el arbitraje español”)

Lo que nos lleva a Mourinho, pues también ahí interviene el fascismo, piensa Carlin. Lo escribió la semana pasada (“José Mourinho, el entrenador hooligan”) cuando lo describió como una mezcla de inmaduro adolescente y dictador militar. No hay más que ver, añadía Carlin, cómo lo apoyan los ultrasur que son fascistas. Lo que no le llevó a encontrar paralelismos entre Guardiola y los ultras del Camp Nou que también lo apoyan.

Bien es verdad que ni Carlin ni El País ni el Times han responsabilizado aún a Mourinho de la persecución a Garzón, al menos que yo recuerde. Pero, establecido el fascismo como nexo común de todas estas historias, tiempo al tiempo. Más pronto que tarde llegará esa columna y ese editorial y descubriremos el auténtico nudo esencial de la persecución fascista a Garzón: Mourinho, claro está.

Garzón
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