Edurne Uriarte el 25 oct, 2010 La ministra Jiménez,no es ninguna sorpresa, es una Moratinos bis con más facilidad de palabra. Una comunicadora, como dice Zapatero. El problema es que comunica exactamente lo mismo que Moratinos. El coqueteo con los dictadores de izquierdas, en este caso. Le ha faltado tiempo a la ministra para lanzar desde Luxemburgo mensajes de acercamiento a los Castro. Continuando la penosa labor de Moratinos de suavizar la actitud de exigencia de la UE hacia Cuba. Confío en que los periodistas o la oposición en España le exijan una explicación de sus palabras de hoy según las cuales Cuba ya ha enviado una señal, ha hecho reformas, y, por tanto, UE debería enviar otra señal. ¿A qué señal democrática se refiere la ministra? ¿Dónde están las reformas de inicio de la democractización? ¿Es que la liberación de presos y su envío al exilio, provocados por las huelgas de hambre de los propios presos, son una señal de democratización? ¿Es una señal de democractización la apertura de la actividad económica al capitalismo provocada por el colapso del país? Igualmente lamentables son las palabras de la ministra en torno al "respeto, confianza y bilateralidad" que la UE, dice la ministra, debería mostrar hacia Cuba. ¿Es que un país democrático debe tener una relación de respeto y de confianza hacia una dictadura? Paradojas de la política, esta ministra que exige respeto hacia los dictadores cubanos forma parte de un Gobierno que este fin de semana exigía a una de sus ministras, a González Sinde, que boicoteara al alcalde de Valladolid por sus palabras machistas sobre Leire Pajín. Que le faltara al respeto. Que una cosa es un machista y otra un dictador comunista. Y, por supuesto, el Gobierno socialista tiene clara la diferencia. Dictaduras Comentarios Edurne Uriarte el 25 oct, 2010