El diario El País fue el principal apoyo periodístico de Zapatero en su negociación con ETA. Las barbaridades que se pudieron leer en dicho medio tanto para justificar la negociación como para demonizar a las víctimas y al movimiento antiterrorista fueron innumerables, algunas recogidas en mi libro Desmontando el terrorismo.
Ahora, El País ha querido dar un salto internacional en su apuesta por la negociación con los terroristas y ha sustituido a su héroe Zapatero por el presidente colombiano Juan Manuel Santos (En la imagen, del diario El Comercio). El País Semanal lo glorifica hoy como principal personaje iberoamericano del año 2012 entre una lista de 100. ¿Por qué? ¿Por su gestión al frente de Colombia? Pues no, claro está. Para el diario socialdemócrata, el mérito de Santos está en su negociación con las FARC.
Así lo defiende su columnista John Carlin en un artículo lamentable (“Una apuesta por la paz”) que incluye todos los ingredientes habituales de las legitimaciones progresistas del terrorismo:
– Los terroristas son “guerrillas” y no terroristas.
– Lo que ha habido en Colombia en los últimos 50 años es “una guerra civil”, dice Carlin, o sea, dos partes enfrentadas.
– La negociación de Santos es una “apuesta valiente”, porque lo “fácil”, lo “políticamente tímido hubiera sido insistir en acabar con las FARC por la vía militar”. O que, para el progresismo, lo valiente no es resistirse a los criminales sino acordar con ellos.
– El final que todo lo justifica es la “paz” pues, escribe el autor, lo que hay ahora es una “guerra civil”, un “conflicto”, por ejemplo, entre secuestradores y secuestrados.
– Para rematar, la negociación de Santos le demuestra a la izquierda latinoamericana, dice Carlin, que “ya no tiene que recurrir a la fuerza para acceder al poder”. O que, según la lógica del autor, hasta ahora la izquierda sí tenía que recurrir al terrorismo para acceder al poder.
Y, para acompañar, el diario socialdemócrata elige también entre los 13 “líderes” iberoamericanos del listado al condenado Baltasar Garzón, el juez que apoyó a Zapatero en la negociación, al juez Pedraz que prosigue su labor ideológica en los juzgados, y a Hugo Chávez que ha apoyado a las FARC desde Venezuela.
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