Llevar a Elpidio Silva o a Baltasar Garzón a una televisión para valorar la respuesta jurídica al 9-N o la situación política española es como llevar a Jaume Matas para pontificar sobre la corrupción. Pero lo segundo no pasa y lo primero, lo de Elpidio y Garzón, sí.
Garzón, condenado a 11 años de inhabilitación por prevaricación, ha dado lecciones morales y jurídicas, ayer, en La Sexta Noche, sobre la respuesta judicial al 9-N, la “casta judicial”, el PP o los aforamientos.
Además, ahora es asesor de la presidenta Kirchner, la misma que ha multiplicado su fortuna por varias cifras desde que tiene poder político. Y, opinan los analistas argentinos, está detrás de la orden de detención de dos ex ministros franquistas de la juez argentina Servini. Quiere lograr desde Argentina lo que el Supremo le impidió hacer aquí, juzgar y condenar a uno de los dos bandos de la guerra civil, con gran regocijo de la izquierda española (véase cómo lo celebraba el diario Público)
Sobre la opinión de los argentinos, las nuevas víctimas de su megalomanía, recomiendo la lectura de los 746 comentarios recogidos en pocas horas por la información sobre Servini del diario La Nación hace unos días (“Servini de Cubría ordenó detener a dos ex ministros españoles por crímenes en la dictadura franquista) Parece claro que nos lo quieren devolver y, de paso, estarían encantados de que se trajera a su amiga, la jueza Servini.
Elpidio Silva no quiere ser menos. Silva, condenado a una inhabilitación de 17 años por prevaricación, además de autor de plagio del programa electoral de su partido, da también lecciones morales y jurídicas. En su caso, desde la catalana 8TV. Para afirmar que una querella contra los organizadores del 9-N sería “ridícula”.
Elpidio y Garzón, referentes éticos de la izquierda española y del nacionalismo. ¿Y nos preguntamos por qué triunfa Podemos?
Sin categoría
