Puede que Ciudadanos haya visto muchos posibles votos socialistas en las encuestas. O puede que, simplemente, sus líderes improvisen y lo suyo sean ocurrencias más que estrategia. Pero esta semana Albert Rivera ha hecho una apuesta por el voto del centro-izquierda, cuando ha asegurado en la SER que no pactará con el PP tras el 26 de junio, si no hay regeneración y si no hay cambio de líderes, empezando por Rajoy. O que estamos donde estábamos, en el mensaje del pacto con Sánchez.
Lo que contrasta, de nuevo, con su apoyo al PSOE, a Susana Díaz y al Gobierno de Andalucía, a pesar de tener los dos mayores casos de corrupción de España y a pesar de que Susana Díaz ha estado en los gobiernos implicados en esos casos. Sin exigencias de regeneración y de dimisión de Susana Díaz.
Y contrasta igualmente con su intención, hasta ahora, de hacer presidente a Sánchez, líder de un partido con los mismos problemas de corrupción que el PP. Y de cara al 26-J, contrasta con su ausencia de exigencias parecidas al PSOE.
Juan Carlos Girauta ha sido algo menos radical en su entrevista con Carlos Herrera en COPE esta mañana, pero ha vuelto a apuntar contra el PP y no contra el PSOE. Como ha ocurrido tras las elecciones de diciembre.
Lo que llevará probablemente a la vuelta al PP de bastantes de los votos de derechas que se fueron a Ciudadanos. ¿A cambio de un crecimiento del voto de centro-izquierda? ¿Incluso de parte del voto populista de Podemos? Eso parece a tenor del aumento de voto augurado por todas las encuestas a Ciudadanos. Si es que las encuestas aciertan y no estamos, como antes del 20-D, con él mismo error de sobredimensionamiento del voto a Ciudadanos. Veremos.
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