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Blogs Cuentas conmigo por Yolanda Gómez

Nos engañaron: las ayudas no se recuperarán

Yolanda Gómez el

Al final las cajas gallegas quedarán en manos del banco venezolano Banesco, cuya oferta ha superado con creces la del resto de entidades que se presentaron a la subasta: los tres mayores bancos españoles: Santander, BBVA y Caixabank, y dos fondos de inversión internacionales.

“Era una oferta imbatible”, reconocían ayer algunas de las entidades españolas que acudieron a la subasta y que habían exigido un sistema de protección de activos para protegerse ante posibles pérdidas futuras. Pero hay quien advierte que al final lo barato puede salir caro, y que las entidades españolas son sólidas y sí hubieran garantizado una solución definitiva al problema. No tengo muy claro si detrás de estas críticas está solo el legítimo interés por defender la posición de los bancos españoles o hay un riesgo cierto para el futuro. La verdad es que Banesco ya está en España, compró el también gallego Banco Etcheverría, y se supone que para ello ha pasado y sigue pasando todos los controles del Banco de España. 

En Galicia, sin embargo, este desenlace de la subasta se considera un triunfo. En primer lugar porque se mantendrá el empleo, y la sede en la región. Está claro que si NCG hubiera caído en manos del Santander, el BBVA o Caixabank, se hubieran destruido numerosos puestos de trabajo y, por supuesto, hubiera sido absorbida por las otras entidades.

También los contribuyentes estamos, en cierto modo, de enhorabuena, porque no nos costará mucho más de lo que ya hemos puesto, como nos temíamos. Pero que nadie se engañe, echando la vista atrás, las antiguas cajas gallegas han recibido ya más de 9.000 millones de euros en ayudas públicas y ahora, como mucho, se van a pagar 1.000 millones por ella, de modo que los sufridos ciudadanos hemos pagado con nuestros impuestos más de 8.000 millones para salvar a esta entidad. Eso sin tener en cuenta que todavía nos tenemos que hacer cargo del dinero que haya que poner por las preferentes, las cláusulas suelo o los seguros. Un dinero que nunca recuperaremos. Es cierto que la alternativa, dejar caer a estas cajas, a Bankia, a Catalunya Banc y a un largo etcétera más de entidades financieras en apuros, probablemente hubiera sido peor, porque los millones de ciudadanos que teníamos depositados nuestros ahorros en estas antiguas cajas, lo hubieramos perdido todo o casi todo. Pero también es cierto que estos queridos políticos nuestros nos debían haber dicho la verdad desde un principio. Estas multimillonarias ayudas a la banca han sido, en su inmensa mayoría, a fondo perdido. El Estado no las va a recuperar nunca.

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