ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Cuentas conmigo por Yolanda Gómez

La ¿inevitable? subida de la luz

Yolanda Gómez el

En el mes de los meses de octubre y enero nos libramos de la subida del recibo de la luz por los pelos, o la mala conciencia del Gobierno de turno, depende de como se mire. Zapatero no se atrevió a subir la luz en octubre, en vísperas de las elecciones, y Rajoy, tras subir el IRPF y el IBI y congelar los sueldos de los funcionarios, pensó que subir también el recibo de la electricidad sería una carga demasiado pesada para los sufridos ciudadanos.

Sin embargo, de la subida del 1 de abril es difícil que nos libremos. Y, además, con efectos retroactivos. Y es que en medio hay una sentencia del Supremo que dice que estas congelaciones de la luz no son legales y que ahora hay que aplicarlas con efectos retroactivos. Menos mal que, al menos, en la subasta de energía que se acaba de celebrar hay una rebaja de los costes de producción que puede mitigar la temida subida.

En todo caso, detrás de estos ¿inevitables? encarecimientos de la tarifa eléctrica subyace un enorme problema al que hasta ahora nadie se ha atrevido a meter el diente, y es la necesidad de producir energía a un precio más barato, Y es posible sin tanta subvención y ayudas. De hecho, España es uno de los países europeos donde la energía es más cara, lo que a su vez, es una enorme rémora no solo para los ciudadanos, sino también para las empresarias, especialmente pequeñas y medianas que se ven lastradas por estos enormes costes energéticos. Esperemos que a Rajoy no le tiemble la mano a la hora de poner orden en el sector, pero no lo tendrá fácil. Las grandes compañías eléctricas dicen que lo que encarece la factura son las decisiones políticas, es decir las subvenciones a las energías energías renovables menos eficientes (termosolares y fotovoltaicas) y las ayudas al carbón. Las empresas cuyo principal negocio son las renovables, critican los beneficios millonarios de las eléctricas y la opacidad en la fijación de la tarifa.

 Y al final, los ciudadanos nos hemos convertido en rehenes del fuego cruzado entre gobiernos populistas que han apostado por un tipo de energía carísima que ha generado un déficit que ahora que hay que pagar, y empresas que luchan con uñas y dientes por defender sus intereses. Esperemos que al final la factura la paguemos entre todos y no, como siempre, los ciudadanos, bien a través del recibo de la luz, o, lo que es lo mismo, a través de nuestros impuestos. 

Economía
Yolanda Gómez el

Entradas más recientes