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Blogs Cuentas conmigo por Yolanda Gómez

El dinero es miedoso

Yolanda Gómez el

La incertidumbre política generada en España tras las últimas elecciones no es una buena noticia para la recuperación económica. Subasta tras subasta España tiene que pagar más por colocar su deuda y eso no solo es una mala noticia para el presupuesto público, sino también para todos los españoles. Si el Estado y todas las administraciones tienen que destinar más dinero al pago de intereses de la deuda, tendrán menos para prestar los servicios públicos, o habrá menos margen para bajar impuestos.

Es cierto que la falta de un acuerdo en Grecia es, en buena parte, responsable del encarecimiento de la prima de riesgo española, pero también lo es que los inversores están inquietos por las políticas que los partidos populistas puedan aplicar en las principales ciudades de España, pero sobre todo por la posibilidad de que lleguen a gobernar el conjunto del país.

Las buenas cifras económicas, de crecimiento y creación de empleo, que se están publicando día tras día, no significa que puedan mantenerse en el tiempo si el nuevo gobierno que salga de las urnas el próximo otoño rompe totalmente con la política económica que ha permitido a España superar la profunda crisis en la que estaba inmersa. Solo hace falta mirarse en el espejo griego.

Durante el último año del gobierno de Andoni Samaras Grecia había logrado ya crecer e incluso tener superávit primario, aunque los ciudadanos todavía estaban demasiado dolidos por los sacrificios realizados. Hoy el país heleno vuelve a estar inmerso en una profunda recesión, los números rojos han vuelto a las cuentas públicas y el país se acerca cada día más peligrosamente al abismo de la quiebra y la salida del euro.

Quien quiera puede ponerse una venda en los ojos y pensar que es posible aplicar políticas populistas de incremento del gasto público sin que eso tenga consecuencias se equivoca. Cuando un país está tan endeudado como el nuestro, nos guste o no tenemos que adaptar nuestros ingresos a nuestros gastos o ningún inversor querrá prestarnos, y desde luego Europa no tragará. Así que más vale que abramos los ojos.

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Yolanda Gómez el

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