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Blogs Una de piratas por Oti Marchante

Robert Duval contra William Hurt

Oti Marchante el

El olfato de este blog es portentoso, y ya veo la reticencia a entrar al trapo de Brillante Ma. Mendonza; reticencia similar a la que hay aquí en el ojo de la Berlinale, que no se ha parado gran cosa en su pélícula. por eso, ya, nos vamos a otra… ¿A que tiene algo más de cosilla cinematográfica un enfrentamiento in y off pantalla entre Robert Duvall y William Hurt, rivales entre comillas en la película “Jane Mansfield’s car”, la dirigida por ese remedo sombrío de Bogart que es Billy Bob Thornton…? Una película de temperatura sureña que tiene varios momentos magníficos y no sólo los que interpretan Duvall (palillo mental en la boca) y Hurt (con el british subido). Película entretenida y misteriosa, que se divierte con los cliches y diferencias entre los muy americanos y los muy ingleses, que aborda una historia familiar con retranco y que lo hace con un clima magnífico y un estilo muy Coen como mezclado con Tennessee Williams. Billy Bob Thornton está espléndido como director y como personaje quebrado, como todos los que aparecen. Y además, vino el tío con una mosca en la barbilla, lo que confirma nuestros peores presagios acerca de su estabilidad emocional.

Creo que era ésta la mejor peli del día; antes pusieron una francesa, “L’enfant d’en haut”, de Ursula Meier, muy funcional y semiseca sobre un niño huérfano y su “hermana ” (las comillas es para no desvelar una trama que, por otro lado, quizá no se vea nunca por ahí), sobre la necesidad de cariño y sobre la supervivencia física y emocional a base de ir rapiñado material en una estación de esquí y alguna que otra caricia perdida.

La de Zhang Yimou, “Las flores de la guerra”, era un peliculón impresionante, de esos que el público goza cada uno de sus ciento cuarenta y tantos minutos, y los críticos padecen a base de contar las decenas de esos minutos que le sobran… Ocurre en Nanking, durante la invasión japonesa, unos de los capítulos bélicos más brutales de los que se tiene noticia. Está centrada en un hombre, un superviviente en el peor y mejor sentido de la palabra, que interpreta Christian Bale, y un grupo de estudiantes y prostitutas que consiguen refugiarse en el interior de una catedral… La cámara es mágica, la mecla de colores y luces son prodigiosas, la puesta en escena es apabullante…, incluso la historia, llena de matices y excesos, volcada a lo trágico, es fascinante, y sólo esa vocación de salirse del frasco de Zhang Yimou, que no ahorra ni una escena sensible ni ninguna insensible, le provoca a “Las flores de la guerra” ese punto cargante… Podría decirse que Zhang Yimou no es sobrio y sencillo como Azorín.

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