Si yo fuera cinéfilo, me gustarían mucho estos fines de semana cargados de buenos estrenos, y aún a principios de mes para poder invertir una pasta en cine y ver al menos cuatro o cinco películas que merecen la pena. Pero no lo soy, y además, ya las he visto. Es lo que tiene no obsesionarse: como no soy cinéfilo, vivo de ello. Y me gustaría extenderme en esta idea (que vale para la fontanería, la milicia, la prostitución, la medicina y prácticamente todo…), pero voy a centrarme un poco y señalar algunos de esos estrenos en los que merece gastarse la pasta.
A mi modo de ver, hay dos películas sobresalientes esta semana, la argentina “El ciudadano ilustre” y la japonesa “Después de la tormenta”, de las cuales les contaría ya el final si tuviera el talento de poder hacerlo, pero son tan precisas en la verdad que cuentan que tienen un desenlace perfectamente enlazado:
igual este enlace de Después de la tormenta no se ve, pero es su versión algo más larga; remito también a la corta: Después de la tormenta
No tirará tampoco el dinero aquel que le guste el cine de acción, que soporte a Tom Cruise y que admire a los que hacen bien su trabajo, y se vaya a ver la segunda entrega de Jack Reacher: nunca vuelvas atrás, con lo que el personaje y la serie le añade a sus ganas de ser Jason Bourne un título como James Bond.
Y reconozco que a mí me ha gustado bastante más que a Antonio Weinrichter la película española “Las Furias”, primera de Miguel del Arco, que es la crítica de W. la que podréis leer en este enlace.
Y no he visto “Anomalous”, primera película de Hugo Stuven Casanovas, pero he leído varios comentarios muy favorables, y ya sé que eso es suficiente como para desconfiar, pero las cosas están cambiando muy rápidamente y ahora no empieza a quedarnos otro remedio que confiar mucho y en cualquiera.
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