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Blogs Una de piratas por Oti Marchante

De Venecia days a Madrid days

Oti Marchante el

Se me acabaron mis Venecia days, porque he ajustado mi presencia allí lo más posible debido al precio de sus hoteles y a la escasa gratuidad de sus productos. Y para poner fin a mis Venecia Days, también me venía bien la excusa de los Madrid Days de Holmes y Watson, película de José Luis Garci que ha recibido eso que se denomina una crítica desigual… La crítica más favorable es la mía…

   ENLACE CON LAS CRÍTICAS

            … la ha tenido templadita en La Vanguardia y en La Razón y más fría en El País.

La verdad es que ya se habían publicado varias críticas de la película en la red, y algunas de ellas venían firmadas por críticos que aún no la habían visto, sino que habían podido consolidar su criterio a raíz del famoso tráiler. Yo he visto “Holmes y Watson…” varias veces, exactamente tres, y he llegado a algunas conclusiones que no he podido desarrollar en la crítica por cuestiones de espacio, papel o ese ánimo ligero que creo que debe de acompañar a una crítica de cine en periódico.

El sentido del tiempo: el trato de la época y el del ritmo de la película están cortados por el mismo patrón (o sea, Garci) y la nostalgia que desprenden los “lugares”, desde el tren hasta el restorán, tienen su reflejo en el paseo de las secuencias.

El sentido del espacio: postales y narración para los viajes, Londres y Madrid tienen el mismo “aire”, los interiores son cristalinos y los exteriores son nevillianos… Los personajes nos cuentan tanto del espacio como la propia fotografía y puesta en escena.

El sentido de la intriga: es curioso como Garci lo concentra en unos cuantos planos y en una percusión lejana y casi imperceptible… Lo que debiera ser intriga se queda fuera de campo, como los asesinatos, y lo que se aprecia es sensación finisecular y de fracaso.

El sentido del humor: salpicado por toda la película, en detalles y personajes, como el revisor del tren, el idioma o la chapuza analítica de los cadáveres…, incluso el humor serio o raro, como ver ahí a Gallardón o a Inocencio Arias.

El sentido de la actualidad: que impregna tanto el desarrollo como el desenlace en esas mismas ideas de chapuza forense, de corrupción, de especulación, de politiqueo y de impunidad.

El sentido de lo surreal: con alusiones a Groucho y con guiños que rozan la osadía, como que cambie la pipa por el pitillo o que Holmes se adelante a Freud.

El sentido de lo imprevisible: no hay modo de establecer una referencia o una comparación a esta película.

Total, que visto lo visto y leído lo leído, llego a la conclusión de que el secreto está en los ojos.

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Oti Marchante el

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