Nadie ha comenzado una película como Billy Wilder ‘Sunset Bulevard’, o ‘El crepúsculo de los dioses’: con el protagonista flotando bocabajo en una piscina, más muerto que el abuelo de Tutankamon y diciendo eso de: ‘siempre quise tener una piscina, y ya la he conseguido’. Osadía de Billy Wilder: este es el protagonista, está muerto y se dispone a contarnos su historia, ¿te lo crees?… Son célebres los arranques de las películas de James Bond, aunque yo me quedo con los de Indiana Jones (la segunda, la del Templo Maldito, si recordáis, era un homenaje al musical maravilloso, lleno de gracia, sentido del ritmo y de la acción, y que te dejaba ya exhausto para el resto de la peli). Aún recuerdo mi boca abierta al principio de ¿Quién engañó a Rogger Rabbit?, cuando tras unos minutos de dibujos animados brutales, de repente uno de los muñecos para el rodaje enfadado y aparecen por allí personas, y él entre ellos… Aluciné. El principio y/o el final de ‘Leolo’ El principio de ‘Unico testigo’ El principio de Plácido El principio de Azul, de La Doble Vida de Vorónica El ya mencionado de 2001 El principio de Kill Bill, me da igual el volumen. Y, como tengo principios, el de ‘La fiera de mi niña’, sorprendente como se cuelga, y hasta qué punto, KH de Grant con cara de meloncillo
Una de piratas
por
Oti Marchante
cuestión de principios
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