A pesar de los malos tiempos que corren para la profesión periodística, y peor que se puede poner si seguimos regalando nuestro trabajo gratis en Internet, trabajar en un medio de comunicación te da la oportunidad de poder acercarte a un presidente de Gobierno y preguntarle durante casi media hora por las cosas que el común de los mortales estarían deseando plantearle. Eso es lo que me sucedió el pasado viernes en el Congreso de los Diputados, durante la celebración del acto del Día de la Constitución.
No pretendía encontrarme cara a cara con el presidente, pero lo cierto es que cuando iba buscando a la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, en una sala atiborrada de políticos por todas parte, para preguntarle por la actualidad del partido, me encontré en la primera fila del corrillo de periodistas que estaban al acecho del presidente. Si entrar en ese corrillo ya es complicado y la mayoría de las veces los que se quedan detrás no pueden escuchar las respuestas, salir de él es imposible, pero he de reconocer que no lo intenté porque la ocasión me permitía poder preguntar al presidente, junto con otros dos o tres compañeros que se encontraban en primera fila, todo lo que quisiera. Incluso hacía de altavoz a lo que otros compañeros pedían por detrás: “¡Cataluña, pregúntale por Cataluña!
No voy a reproducir aquí un diálogo tan extenso, en el más puro estilo Rajoy, sí pero no o quizás, en el que hablamos de todo. Pero sí quiero destacar algo que le pregunté porque hay mucha gente que quiere saberlo: “Presidente ¿cuándo llegará a la gente de la calle los signos de recuperación? ¿cuándo podrán percibir en sus bolsillo, en sus casas, en su vida, que estamos saliendo de la crisis?. “El año que viene”, respondió. Ojalá tenga razón
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