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Blogs Pido la palabra por Paloma Cervilla

Andalucía: paraíso del enchufismo

Paloma Cervilla el

El Partido Popular ha decidido plantar cara al enchufismo en la contratación de trabajadores que ha venido practicando la Junta de Andalucía desde no se sabe cuando. La gota que ha colmado el vaso de la paciencia ha sido la decisión del Gobierno socialista que preside José Antonio Griñán de intentar convertir, por decreto, a más de 20.000 trabajadores de las empresas públicas en funcionarios, como si hubieran aprobado una oposición y se hubieran sometido a los principios de igualdad, mérito y capacidad, como le sucede a todo aquel que quiere entrar a trabajar en una Administración pública. Tan escandalosa es esta medida, que los populares se han ido al Tribunal Constitucional y han presentado un recurso de inconstitucionalidad.

 

 

Qué casualidad que el barón socialista haya decidido convertir en fijos, por la puerta de atrás, a estos miles de enchufados que trabajan en las empresas públicas, esas que escapan del control parlamentario, un año antes de las elecciones municipal y justo cuando el voto socialista se desangra en Andalucía. Solo hace falta multiplicar cada trabajador de esos veinte mil por sus familiares y darse cuenta de que ahí hay un caladero de votos muy importante.

 

De Andalucía reconozco que sé algo. Soy andaluza y durante ochos años trabajé en el ABC de Sevilla y publiqué más de una información sobre los casos de enchufismo de los jerifaltes socialistas. Por eso, hablo con la legitimidad de conocer varios casos de primera mano, sobre los que nunca nadie me puso una querella y pudo desmentirme y decir que eran falsos. Todos tenían sus papeles y, ante eso, nadie pudo decir que mentíamos. Como muestra, los chanchullos del hermano del hoy vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, con sus negocietes deportivos en la Diputación de Sevilla. Leonardo Chaves era entonces el director de Deportes y algunas de sus empresas, ¡oh casualidad!, facturaban precisamente con esta institución provincial, que le adjudicaba contratos a diestro y siniestro . Y qué decir de quien era entonces el presidente de la Diputación y hoy alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, que llegó a amañar un concurso para que su mujer entrara a trabajar en la Diputación. No calculó que el ciudadano al que perjudicó, y se quedó sin trabajo, fue a los tribunales y le dieron la razón. Y del entonces consejero Isaías Pérez Saldaña, que también enchufó a su mujer. Y no quiero cansar con más cosas, pero las hay, y algunas muy divertidas.

 

Pues quien no lo sepa, eso es Andalucía. Y si alguien sabe más, que venga a este blog y me lo cuente.

 

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Paloma Cervilla el

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