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Blogs Cosas del cerebro por Pilar Quijada

El colesterol también daña las neuronas

El colesterol también daña las neuronas
Los oligodendrocitos (células esféricas, en la imgen) forman la vaina de mielina que recubre los axones de las neuronas. Cada oligodendrocito puede formar mielina en varios axones adyacentes de distintas neuronas Crédito: Case Western Reserve University; Illustrator: Megan Kern
Pilar Quijada el

Como explica la Fundación Española del Corazón, el colesterol es una sustancia grasa natural presente en todas las células del cuerpo humano incluido el cerebro. Aunque es necesario para el normal funcionamiento del organismo, sus valores elevados ponen en riesgo la salud. Se sabe que las personas con niveles de colesterol en sangre de 240 tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio que aquellas con cifras de 200.

Pero el corazón no es el único que sufre. El colesterol también afecta a las neuronas, como refleja un estudio publicado recientemente en Science. En este órgano, su eliminación defectuosa, limita la capacidad de reparación del sistema nervioso central, un proceso que de forma natural decrece con la edad.

El estudio de Science, llevado a cabo en ratones, explica por qué las neuronas de las personas mayores son menos capaces de reparar sus cubiertas grasas protectoras. Un hallazgo particularmente importante para quienes padecen esclerosis múltiple, una enfermedad neurodegenerativa de origen autoinmune

Crédito: Case Western Reserve University; Illustrator: Megan Kern

Estas cubiertas protectoras de las neuronas están constituidas por una vaina de mielina que juega un papel decisivo en la función del sistema nervioso central. Se trata de una membrana grasa especializada que aísla las fibras de las neuronas (axones) para que los impulsos nerviosos puedan transmitirse de manera rápida y eficiente.

“La mielina contiene una cantidad muy alta de colesterol”, explica Mikael Simons, que lidera la investigación. “Cuando se destruye la mielina, el colesterol liberado debe eliminarse”. Esta función de limpieza la llevan a cabo la microglia y los macrófagos, dos tipos de células inmunes conocidos también como fagocitos.

Estas células fagocíticas recogen la mielina dañada, la digieren y transportan el resto que no pueden digerir, como el colesterol, fuera de la célula mediante moléculas de transporte.

Cuando se acumula demasiado colesterol, éste puede formar cristales en forma de aguja, que causan daño celular. Usando un modelo de ratón, Simons y su equipo demostraron el impacto devastador de este colesterol cristalizado, que activa el llamado inflamasoma en los fagocitos. Este proceso da lugar a la liberación de mediadores inflamatorios, atrayendo más células inmunes, un problema muy similar al que tiene lugar en la arteriosclerosis.

Los resultados de este trabajo sugieren, además, que los medicamentos para promover la eliminación del colesterol también pueden ser buenos candidatos para regenerar la mielina, una capacidad que se pierde con la edad y que está dañada en las personas con esclerosis múltiple, la principal causa de discapacidad en personas jóvenes.

El exceso de colesterol puede sobrecargar las células inmunes del cerebro, provocando una inflamación persistente que interfiere con el proceso de reparación natural de las neuronas. Una mirada más detallada a las lesiones en los ratones más viejos del estudio reveló que los fagocitos tenían sobrecargados con un exceso de cristales de colesterol sus lisosomas, unos orgánulos internos encargados de degradar los desechos.

Los autores comprobaron que la acumulación de colesterol puede sobrepasar la capacidad de transporte de desechos de los fagocitos. Como confirmación, cuando estudiaron ratones con un gen clave responsable del transporte de colesterol inhabilitado, incluso los ratones jóvenes experimentaron capacidades reducidas de reparación de mielina, un efecto que se restauró mediante la aplicación de un compuesto que ayuda a aumentar el flujo de colesterol y la solubilidad a través de las membranas celulares.

Además, descubrieron que un compuesto conocido por aumentar el flujo de colesterol a través de la membrana celular mejora la regeneración de la lesión en ratones más viejos. Estos hallazgos abren una nueva vía terapéutica, para el tratamiento de la esclerosis múltiple (EM), ya que la regeneración de vainas de mielina es un requisito necesario para que los pacientes se recuperen de las recaídas en esta patología.

Investigación
Pilar Quijada el

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