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Mayor ansiedad en la ciudad por la contaminación

Mayor ansiedad en la ciudad por la contaminación
Pilar Quijada el

Por segundo año,  París restringe la circulación de vehículos por estas fechas, a causa de los elevados índices de contaminación. Una medida saludable, aunque pueda resultar molesta. Y es que las partículas finas contaminantes, también llamados “PM 2,5″, con diámetros inferiores a 2,5 milésimas de milímetro, 100 veces más delgadas que un cabello humano, se asocian a graves consecuencias para la salud.

Su tamaño hace que sean 100% respirables, penetrando en el aparato respiratorio y depositándose en los alvéolos pulmonares, incluso pueden llegar al torrente sanguíneo. Desde la década de 1950, los episodios de alta contaminación atmosférica pueden asociarse a incrementos temporales en ataque cardiaco. Y los estudios más recientes han relacionado también el riesgo de accidente cerebrovascular a la exposición a largo plazo a las partículas  PM 2,5.

Un estudio que acaba de publicarse en British Medical Journal , la revista médica publicada semanalmente en el Reino Unido por la Asociación Médica Británica, relaciona añade un nuevo perjuicio a la lista: el aire sucio de las ciudades produce ansiedad, el trastorno psiquiátrico más frecuente que afecta a nivel mundial en torno al 16% de las personas en algún momento de la vida. Este trastorno se asocia con la disminución de la productividad, el aumento de la atención médica y el riesgo de suicidio.

La contaminación atmosférica por material particulado puede desencadenar o empeorar la ansiedad a través del estrés oxidativo y la inflamación o deteriorar una condición de salud existente, según la investigación de las Universidades Johns Hopkins y Harvard.

Los datos fueron tomados del Estudio de Salud de Enfermeras de los Estados Unidos. El análisis incluyó a  71,.271 mujeres, de edades comprendidas entre 57 y 85 años. La exposición a partículas contaminantes PM 2,5 y PM 2,5 -10 se determinó a partir de los datos geográficos y meteorológicos nacionales, y estimó al mes, tres meses, seis meses, un año y 15 años antes de la evaluación de la ansiedad.

La distancia del lugar de residencia a la carretera principal más cercana, se utilizó como un indicador común de exposición a la contaminación del aire relacionada con el tráfico. Un cuestionario de ansiedad que incluía ocho preguntas de autopercepción de síntomas que incluyen temor, el deseo de evasión y la tendencia a preocuparse fue completado por cada participante. Factores tales como el estatus socioeconómico, la educación, la edad y el estado civil fueron también se tuvieron en cuenta.

Los resultados mostraron que alrededor del 15% de las mujeres experimentaron síntomas elevados de ansiedad. Y  las culpables parecen ser las PM2.5, que mostraban una asociación significativa con este trastorno. Las mujeres cuyo domicilio se encontraba entre 50 y 200 metros de una carretera principal eran más propensos a tener síntomas de ansiedad más elevados que los que viven más de 200 metros de distancia. La exposición reciente, por otro lado, tiene una asociación más significativa con la ansiedad y los efectos fueron más fuertes después del primer mes de exposición.

En un editorial acompañante, Michael Brauer, de la Universidad de Columbia Británica, Canadá, resalta que estos estudios “confirman la urgente necesidad de gestionar la contaminación del aire a nivel mundial como una de las causas de la mala salud” y que la reducción de “la contaminación del aire podría ser una manera rentable de reducir la gran carga de la enfermedad, desde el accidente cerebrovascular a la mala salud mental .

 

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