Katherine Harrington, la vicefiscal designada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), se ha convertido en un hazmerreir y la vergüenza de todos por entrar escondida en el maletero o cajuela de un coche al edificio del Ministerio Público de donde la desalojaron como a una intrusa indeseable.
Este viernes, la funcionaria intentó por tercera vez ingresar infructuosamente a las oficinas del Ministerio Público pero el personal de seguridad no se lo permitió.
Todo comenzó este martes cuando el Tribunal Supremo de Justicia la designó como vicefiscal, un nombramiento que no le corresponde hacer porque es la Asamblea Nacional la que tiene esa competencia, además porque ya existe un vicefiscal nombrado y ratificado como es Rafael González Arias, a quien pretendían reemplazar por la Harrington.
Este jueves Harrington trató de ingresar a la sede de la Fiscalía General pero los trabajadores le cerraron la puerta en sus narices. Al día siguiente en la mañana, y por segunda vez, intentó hacer otro tanto pero a tres manzanas de distancia en las oficinas del Ministerio Público en Parque Central, desde donde amenazó a los trabajadores con mandarlos a la cárcel si no le abrían la puerta de la institución.
Después de los portazos, Harrington insistió entrar por tercera vez a la sede del Ministerio Público en la avenida Urdaneta pero lo hizo escondida en el maletero del vehículo de la fiscal 2°, Narda Dianette Sanabria Bernatte, la misma que acusó al dirigente opositor Leopoldo López. Estuvo en dos pisos del MP antes de que el personal de seguridad la sacara del sitio.
Los periodistas de la fuente judicial confirmaron el incidente en las redes sociales. Es probable que continúe insistiendo en ocupar una plaza que no está vacante. Tal vez podrá ingresar si se hace invisible y nadie la pueda detectar con los equipos de seguridad. O mejor todavía, si se pone una peluca rubia y se disfraza como una espía. Y por si acaso, los trabajadores ya están protegidos y avisados en los organismos internacionales.
La fiscal general Luisa Ortega Díaz sólo reconoce al vicefiscal Rafael González. En cambio, Harrington fue designada sin la autorización de la Asamblea Nacional. Como fiscal, dirigió casos polémicos, como el del alcalde Antonio Ledezma. Además, está en la lista de funcionarios sancionados por el Departamento de Estado de Estados Unidos (EE UU) por violación de derechos humanos.
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