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Blogs El bochinche venezolano por Ludmila Vinogradoff

Maduro: “Ni con votos ni con balas”

Ludmila Vinogradoff el

“Ni con votos ni con balas”, así se expresó Nicolás Maduro este jueves para desafiar a la oposición de que no lo sacará del palacio de Miraflores de ninguna manera como buen tirano que se olvida que llegó al poder por elecciones en el 2013 con un dudoso margen de ventaja.

Maduro se ha atornillado en el poder y no quiere irse de Miraflores ni por las buenas ni por las malas. Por ello  anuló el referéndum revocatorio el 20 de octubre pasado, rompiendo el hilo constitucional e impulsando un diálogo con la mediación del Papa Francisco para ganar tiempo.

La jugada maestra le ha salido bien, sin duda alguna. La puesta en escena fue hábilmente calculada.  El mandatario se ha burlado de todo el mundo como le ha dado la gana. A petición del Sumo Pontífice, logró que la oposición aplazara el juicio político en su contra y suspendiera la marcha a Miraflores convocada para el 3 de noviembre.

Envalentonado por este primer triunfo, Maduro vuelve a cargar contra los dirigentes opositores como Freddy Guevara de Voluntad Popular, calificándolo de “terrorista” y lo amenaza con encarcelarlo por rechazar la suspensión de la marcha a Miraflores. También ordenó meter en prisión a Ricardo Haussman acusándolo de conspirar contra el sistema financiero del país.

La acampada en Miraflores

Tan asustado quedó el mandatario que ordenó a los militantes de base del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) que acampara en los alrededores de Miraflores para protegerlo.

Pero el que ríe de último ríe mejor, dice el refrán. En el proceso de conversaciones iniciado el domingo pasado la oposición representada por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), le recordó el plazo de hasta el 11 de noviembre para que ofrezca resultados concretos porque de lo contrario abandonaba la mesa de diálogo.

Escudo humano para protegerse en Miraflores

El alcalde de Sucre, Carlos Ocariz, miembro de la MUD, subrayó las exigencias de la coalición como la reactivación del revocatorio antes de concluir el 2016 o las elecciones presidenciales anticipadas para el primer trimestre del 2017.

“Para nosotros el adelanto de las elecciones tiene que ser lo antes posible. Nuestra propuesta, que llevamos a la mesa (de diálogo incentivado por el Vaticano), es la reactivación del referendo revocatorio o el adelanto de elecciones para el primer trimestre del año 2017”, dijo  Carlos Ocariz.

Pero Maduro se niega a lo inevitable: “No puede haber ultimátum, nadie puede poner un ultimátum, todo tiene su tiempo”, afirmó en cadena de radio y televisión cuando desafió a la oposición que no volverá a Miraflores “ni por voto ni por balas”.

El coordinador político de Voluntad Popular, Carlos Vecchio, le respondió a Maduro que “llegaremos a Miraflores por los votos”.

Las seis demandas de la MUD en la mesa de negociación son: solución electoral a la crisis a través de elecciones adelantadas en el primer trimestre de 2017 o mediante un revocatorio al mandato presidencial; repetición de elecciones parlamentarias en Amazonas, cuyas tres bancas que ganó la oposición fueron objetadas por el gobierno; respeto a la Asamblea Nacional; acuerdo para una nueva justicia electoral; cronograma de liberación de presos políticos; y acuerdo humanitario para lograr abastecimiento de medicinas y alimentos.

El gobernador de Miranda, Henrique Capriles, respalda el ultimátum. “Si el 11 de noviembre no hay resultados concretos a nuestras exigencias entonces nos levantamos de la mesa de diálogo y seguimos con la presión en la calle”.

 

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