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Blogs El bochinche venezolano por Ludmila Vinogradoff

La temida Carta de la OEA

Ludmila Vinogradoff el

Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), produjo un sacudón al invocar esta semana la Carta Democrática Interamericana para debatir la crisis de Venezuela por “las graves alteraciones del orden constitucional”.

Pero su iniciativa fue frenada con una resolución de abrir un diálogo entre las partes por la iniciativa frustrante de Argentina.

No obstante, la solicitud al Consejo Permanente de plantar la CDI en la mesa del debate interamericano sigue en pie, según Almagro. La reunión debe celebrarse entre el 10 y 20 de junio, antes o después del 13 y 15 de junio de la Asamblea General de la OEA en Santo Domingo.

Almagro está cumpliendo un año al frente de la organización panamericana. Ha presentado un informe de 132 páginas sobre el caso de Venezuela cuyo presidente Nicolás Maduro le tiene terror a la Carta Democrática porque le torcería la mano por haber convertido el país en un infierno.

Las cifras sobre Venezuela

El jefe de la OEA fue entrevistado en Washington y aquí resumimos sus opiniones más resaltantes.

“Los países tienen que decidir si están de acuerdo con que haya presos políticos, o si la situación de la Asamblea Nacional es como debe ser tratado el poder legislativo de un país, o si la situación humanitaria merece una respuesta nuestra y abrir canales que permitan el apoyo de las instituciones internacionales”, dijo Almagro.

“Se quiera o no se quiera el tema (de Venezuela) va a formar parte de la agenda de la Asamblea, por lo menos de la informal (…). No se puede descontextualizar tanto la Asamblea respecto a los temas más urgentes del continente, esa realidad va a estar, se haga el Consejo antes o después”, señaló.

El ex canciller uruguayo (2010-2015) considera que la declaración conciliadora sobre Venezuela promovida por Argentina y aprobada este miércoles por consenso en la OEA, una iniciativa “totalmente diferente” a la suya, debería haber incorporado la petición de un referendo revocatorio y la liberación de los presos políticos.

Respecto a la sorpresa que para muchos observadores ha sido que la Argentina de Mauricio Macri no le acompañe, por ahora, en su apuesta por la Carta Democrática, Almagro asegura: “no es mi trabajo leer la mente de nadie y no lo voy hacer, pero lo que si tengo claro es que el presidente Macri nunca se desdijo de sus conceptos y que definitivamente estamos seguros de que los honrara en su momento”.

También señaló  que el diálogo en Venezuela “está carente de los elementos que le den sustancia a la posibilidad de que las partes tengan confianza mutua”.

“Si no largás (liberas) a los presos políticos, si no pones fecha al referendo revocatorio, ¿de qué te vas a sentar a hablar? ¿Cuáles son las bases de la confianza para que eso se haga? Un diálogo (sin esos compromisos) es como consolidar un status quo con presos políticos. El diálogo como entelequia abstracta puede ser muy negativo”, argumentó el jefe de la OEA.

Recomendaciones de Almagro

Para los que le critican por haber dado el paso de la Carta, el ex canciller uruguayo tiene un mensaje claro: “nadie puede pedirme, ni remotamente, que yo asuma eso en silencio o que mire para otro lado. No hay neutralidad moral en tiempos de crisis. Cuando uno en esos tiempos de injusticia elige la neutralidad, está eligiendo el lado del opresor y que se siga oprimiendo”.

 

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