“Oficialmente los Príncipes no conceden entrevistas. Si hemos hablado con ellos para este reportaje no podemos contarlo”. Con estas palabras empieza el extenso reportaje que publica la revista “Vanity fair” sobre los Príncipes (como ya se adelantó en este blog el pasado sábado) número que saldrá a la venta el próximo jueves. Con esas dos frases se aclara el misterioso y no confirmado encuentro que dos periodistas de esta cabecera internacional han tenido con los Príncipes, especialmente con Letizia, de quien dan más datos y anécdotas como cuando su hija Leonor le pregunta “Mamá, ¿tú en qué trabajas?” y ella responde “por España, hija para mejorar este país”. Las comillas las ponen ellos pero la pregunta y respuesta sólo pueden tener una autora, la propia Princesa, dado que supongo no habrán hablado con la Infanta Leonor. O como cuando Letizia insiste en recordar que en esa casa el importante es el Príncipe. “No soy nadie, no soy nadie, se repite”, dicen. Lógicamente no hay formato de pregunta y respuesta, ni finalmente sesión de fotos en privado aunque cuentan extraoficialmente que sí se llegó a realizar unas fotografías con la Princesa y que hubo llamadas para impedir que salieran a la luz optando por incluir un retrato de los Príncipes en una recepción de gala. Eso y que no figurara en portada la palabra “Exclusiva”. En el gabinete de comunicación de Zarzuela insisten en señalar que no ha habido trato de favor mientras que en la revista directamente no quieren hablar sobre los entresijos de este reportaje por aquello de la discreción que siempre acompaña a los asuntos de palacio. Pero insisto que la entradilla del texto lo dice todo en ese doble lenguaje que utilizamos los periodistas y para el que hay que saber leer entre líneas. “Si hemos hablado con ellos no podemos contarlo”. Pues ya lo han dicho todo.
familia real