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Blogs Pasando por el aro por Emilio V. Escudero

El día que Rose y Mirotic se «conocieron»

El día que Rose y Mirotic se «conocieron»
Emilio V. Escudero el

Siempre hay una primera vez para todo. De algunas nos acordamos más y de otras menos. De esa mañana con Mirotic, yo me acuerdo bastante bien, sobre todo porque la cara de asombro cuando vio lo que tenía guardado para él es de las que no se olvidan. 

Por aquel entonces, yo apenas llevaba unos meses trabajando en la redacción de deportes del Diario ABC y Mirotic acababa de romper el cascarón en el Real Madrid. Se podía decir que éramos casi casi dos rookies, cada uno en lo suyo… y salvando las distancias, claro está. Elegido en la primera ronda del draft de 2011 (23) y traspasado rápidamente a los Bulls, Mirotic aún vivía lejos de aquel sueño de NBA. En una entrevista anterior, previa a esa elección, me había confesado que ni siendo cinco del draft se iría ya a la NBA. Anhelo lejano, opacado por entonces con la novedad de la Liga Endesa y la posibilidad de jugar y triunfar en «su» Real Madrid.

Volviendo a aquella mañana de enero de 2012, un Mirotic ya asentado en el conjunto blanco y a las órdenes de Pablo Laso, recibía los primeros cantos de sirena de la NBA, aunque su obsesión seguía siendo Madrid. El Real Madrid. Ganar todo. Aquella conversación con un todavía «inocente» Nikola, fluyó ligera. Agradable como casi siempre. La cara se le torció cuando llegó el tema inevitable: la NBA. El asunto espinoso que levantaba ampollas en el club y que él veía aún lejos. «Claro que me pica el gusanillo de la NBA», asumía tímido, casi de carrerilla.

Su rostro cambió cuando saqué de una carpetilla un recorte del periódico con una entrevista publicada con Derrick Rose -estrella de los Chicago Bulls- unos meses antes. Le pregunté a Mirotic que si sabía quién era el de la foto. Cuestión casi burlona. Lo que no sabía entonces el ala pívot del Real Madrid es que Rose, ese al que seguía de hurtadillas algunas noches de desvelo y televisión, también sabía quién era él.

«Me encantaría que Mirotic se viniera a los Bulls ya mismo», había afirmado en ABC el verano anterior el hombre que terminaría la temporada como MVP de la NBA. Palabras mayores. Tanto como debieron parecerle a Nikola, que de ahí al final de la entrevista ya sólo podía pensar en las palabras de Rose. Al cortar la grabadora, me pidió aquel recorte. Creo que quería comprobar por sí mismo que Rose, el ídolo de los Bulls, había pronunciado esas palabras.

Seguramente, aquel recorte y aquella entrevista hayan pasado a formar parte del olvido en la memoria de Mirotic. Lógico. En la mía, lo estaba, pero revivió cuando hace unas horas anunció su salida a la NBA, rumbo a los Bulls, donde coincidirá, por fin, con Derrick Rose para intentar devolver los laureles a un equipo campeón de la misma forma que ya lo hizo en el Madrid. Su Madrid.

ACBNBA
Emilio V. Escudero el

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