Estados Unidos celebra hoy el «Labor Day» o Día de los Trabajadores, pero a diferencia de sus compatriotas, los jugadores del «Team USA» no se han tomado el día libre. Todo lo contrario. Y los angoleños se han llevado un «saco» para casa, a pesar de que han realizado un buen partido.
A la hora que se ha jugado el partido -primera hora de la mañana en EEUU- no creo que haya habido mucha audiencia frente al televisor para ver el choque de octavos ante Angola. Un trámite que los americanos han solucionado por la vía rápida y con una seriedad poco usual años atrás.
Puede que la responsabilidad que tienen encima (ganar o ganar) ha puesto las pilas al equipo, que mostró una intensidad fuera de lo común viendo la diferencia que había sobre la cancha. De hecho, y a pesar de los 55 puntos de diferencia final, el conjunto de «Coach K» no bajó los brazos en ningún momento y no dio tregua al conjunto africano.
Para que se hagan una idea de esa concentración, sólo hay que fijarse en el arranque del partido (33-13, min.10). Es más, en los poco más de diez minutos de media que han estado los titulares en pista, han metido la mitad (60) de los puntos totales del equipo, con mención especial para Durant (17, en doce minutos) y Billups (19, en once).
Con el choque decidido, tanto angoleños como americanos se tomaron el partido como una fiesta y ahí salió a relucir el talento de algunas de las jóvenes estrellas americanas. El problema llega cuando uno se viene arriba, intenta un mate sólo ante la canasta… y falla estrepitosamente. Después de aguantar las risas y bromas de sus compañeros, Russell Westbrook se lo pensará dos veces a la hora de machacar el aro rival.
El otro que se creció, y de qué manera, fue el «speaker» del pabellón, que encontró su «chistaco» particular a la hora de referirse a Rudy… ¡Gay! Una pausa un tanto capciosa entre el nombre y el apellido del compañero de Marc Gasol en los Grizzlies y que es de sobra conocida dentro del vestuario americano.
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