A la FIBA se le multiplican los problemas y eso que, por ahora, el Eurobasket es una balsa de aceite sin ningún incidente reseñable ni final polémico. A las incómodas «Ventanas de selecciones», denostadas por la NBA y la Euroliga, se une ahora la revolución de los balones, que pide un cambio en la marca que suministra las pelotas de juego tras el torneo.
Así se lo han solicitado a Muratore, presidente de la FIBA, los capitantes de nueve selecciones (Francia, Italia, Israel, Bélgica, Alemania, Hungría, República Checa, Suiza y Polonia) en una carta divulgada por el portal especializado «Eurohoops». En ella, los jugadores hablan sobre las dificultades para controlar los actuales balones en situaciones de temperaturas altas o en los momentos clave, cuando la humedad de las manos afecta más a la superficie de las pelotas.
«Pedimos que los jugadores seamos incluidos en el proceso de selección de un nuevo balón. Es un asunto serio que afecta directamente nuestro rendimiento en la cancha», apuntan en la misiva. Los actuales balones, de la marca «Molten» no son del agrado de un grupo de jugadores, aunque la revolución tiene trasfondo.
El origen del cambio está en que algunas de las selecciones que solicitan un cambio están patrocinadas por una marca rival, ya que, como reconoce Navarro, al final sea bueno o sea malo, el tacto del balón es igual para todos.
Veremos si de cara al futuro la FIBA tiene en cuenta esa petición, aunque lo cierto es que ahora mismo está más preocupada por el conflicto generado por las ventanas de selecciones. Sobre ese aspecto opinó ayer Etore Messina, que calificó esos encuentros de «humillantes». Un nuevo mazazo para la FIBA que no sabe aún si podrá contar para esos encuentros con los jugadores de la Euroliga, que se niega a cederlos al igual que hizo la NBA.
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