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Blogs Pasando por el aro por Emilio V. Escudero

¿El fracaso del Real Madrid?

Emilio V. Escudero el

Justo ayer, después de la eliminación del Real Madrid en la Euroliga, recibía un mensaje en esta bitácora. “Emilio, espero que dediques un artículo al fracaso, uno más, del Real Madrid en la Euroliga”, me comentaba un lector. Lo cierto es que tenía razón. La eliminación del Real Madrid merece una reflexión. Hasta ahí, todos de acuerdo. En lo que no coincido con él es que la prematura (que lo es) eliminación del Real Madrid haya sido un fracaso. Me explico.

El Real Madrid se ha quedado fuera tras haber ganado cuatro de los seis partidos del Top 16. En los últimos siete años, desde la Euroliga 2004-2005, nunca ningún equipo con tantos triunfos en esa fase de la competición se había quedado fuera, lo que hace que me resista a hablar de fracaso y sí de fatalidad. De mala actitud en un partido puntual, el disputado en Miribilla, que ha condenado a los blancos a ver los cuartos de final desde el sofá de casa.

El camino del Real Madrid en la Euroliga ha sido bueno. Una primera fase sin altibajos, con solo dos derrotas en dos canchas complicadas como la Mano de Elías y Pionir, le daban un notable al conjunto de Pablo Laso, que superaba como primero un grupo en el que había equipos tan complicados como el Maccabi, el Armani Milano (con Gallinari aún en el roster) o el Efes de Vujacic e Ilyasova.

El adiós de Rudy Fernández e Ibaka obligó a una mini reconstrucción dentro del vestuario. El liderazgo que aglutinaba sobre su espalda el balear se tuvo que repartir ante la ausencia de una cabeza visible. Llegó Singler, que tardó en acoplarse, y también la segunda fase de la Euroliga.

El del Top 16 era un grupo en principio asequible. El Montepaschi, uno de los grandes de los últimos años en Europa con cuatro presencias en las últimas nueve Final Four, y dos equipos españoles con, a priori, menor potencial como el Gescrap Bilbao y el Unicaja de Málaga. El pase a cuartos debía ser una obligación.

A los problemas para ganar en Málaga se unió la derrota contundente contra el Montepaschi en Madrid, la primera en el Palacio de la temporada para el conjunto de Laso. El primer puesto se había complicado, pero la clasificación parecía en el bolsillo, más aún tras el triunfo, contundente ante el Bilbao en casa (89-73). Todo cambió el pasado 8 de febrero. Como la Kryptonita con Supermán, las visitas a Bilbao se han convertido en una pesadilla para el Madrid. No es que le cueste ganar allí, sino que le cuesta no hacer el ridículo en esa pista. Ese día, los de Laso podían “permitirse” perder hasta por quince puntos. Con eso salvaban el “basket average” y dejaban su destino en sus manos. No lo consiguieron y por ahí se les escapó una clasificación ¿obligada?

Por presupuesto, el Real Madrid este año puede ser el sexto o séptimo de la competición por detrás del CSKA, el Barcelona, Panathinaikos, Efes y Fenerbahçe y a la misma altura que Olympiacos y Maccabi. Haciendo caso a esta clasificación, el fracaso blanco sería un hecho y tendría que dar la razón a mi lector, pero no lo creo. El baloncesto no es una matemática (por más estadística que tenga detrás). Un partido malo, muy malo, en Bilbao no puede ocultar un buen papel en la Euroliga, donde ha ganado a todos los equipos con los que se ha enfrentado. Un despiste en la ACB se tolera. En la Euroliga se paga caro, pero no por eso queda deslegitimado el proyecto de Laso, que debe seguir adelante con un grupo de jugadores jóvenes y de futuro a los que la experiencia de esta temporada les hará estar más pendientes en la siguiente.

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Emilio V. Escudero el

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