La bomba está a punto de estallar y no hablo de un nuevo título de María Sharapova o del próximo disco de Jay-Z. El «mega acuerdo» de los Nets para fichar a Carmelo Antonhy está muy caliente y podría hacerse público en las próximas horas.
Andy Miller, el agente americano de Rudy Fernández cuyas declaraciones le costaron al español una multa este verano, tiene la operación de su vida a punto de «caramelo», y nunca mejor dicho. El representante del escolta de los Nuggets quiere juntar en New Jersey a Carmelo, Billups y Richard Hamilton, tres de sus jugadores, en una operación que le dejaría solventada la jubilación (si es que no la tiene ya) y que devolvería a los Nets a lo más alto del panorama en la NBA.
La compra de la franquicia hace unos meses por parte de del multimillonario ruso Mikhail Prokhorov ha cambiado el rumbo del peor equipo de la pasada temporada. Al acuerdo alcanzado con los patrocinadores y la ciudad de Nueva York para jugar en un nuevo pabellón en Brooklyn dentro de dos años, el magnate ruso añadió la llegada al accionariado del cantante Jay-Z, un amante del baloncesto y una influencia muy positiva a la hora de atraer jugadores. De hecho, cuentan que su mediación está siendo decisiva a la hora de convencer a las partes, como ya hizo hace unos meses con Jordan Farmar y Sasha Vujacic. El esloveno, más allá de su controvertido concurso en la cancha, llegó atraído por las luces de la Gran Manzana, cuya luminosidad tiene cautivada a su esposa, María Sharapova, que, dicho sea de paso, espera volver en 2011 a lo más alto del tenis mundial. Veremos.
Volviendo al tema Carmelo, hay una cosa clara en todo este asunto, y es que el jugador quiere acabar en Nueva York. Su destino preferido son los Knicks, pero por una extraña razón (que desconozco) sus agentes, encabezados por Miller, están haciendo todo lo posible para que juegue en los Nets, cuyo acuerdo con Brooklyn no se hará efectivo hasta dentro de dos temporadas. La llave para que todo salga bien está en Chauncey Billups, compañero de Anthony en los Nuggets, que ya ha expresado su negativa a jugar en New Jersey. Un no que tampoco tiene mucho peso en un mercado como el de la NBA, en el que los jugadores poco o nada tienen que opinar. Junto a él y a «Melo», llegaría Richard Hamilton, escudero de lujo, y una carga económica para los Pistons, el tercer equipo en discordia.
De hecho, Detroit es ahora mismo otro de los escollos para la operación, ya que no están convencidos de que Troy Murphy y Johan Petro, los dos «angelitos» que le caerían en gracia, sean la solución a sus problemas.
En Denver, están más contentos. Es cierto que perderían a dos puntales como Carmelo y Billups, pero a cambio conseguirían algunas jóvenes perlas como Derrick Favors y Devin Harris, además de Anthony Morrow, Quinton Ross, Ben Uzoh y Stephen Graham. Dos futuras elecciones de draft completarían el paquete para los Nuggets, que antes de traspasar a Carmelo deberían firmar con él la ampliación que ya le ofrecieron en verano de 65 millones de dólares por tres años.
En definitiva, un galimatías que tiene visos de hacerse realidad en las próximas horas en la NBA, donde, nunca mejor dicho, «Amazing happens».
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