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Consumir, consumir, consumir.

Consumir, consumir, consumir.
Álvaro Anguita el

Estamos tan acostumbrados a comprar cosas que ni nos paramos a pensarlo. Es rutina. ¿Quién no ha comprado algo alguna vez que nunca se ha puesto? ¿Quién no se ha preguntado alguna vez… Y yo por qué me compraría esto, si no me gusta? Somos así de irracionales y, a veces, es de agradecer que salgan cortos como ‘iDiots’ para no olvidarlo.

‘iDiots’ es un genial cortometraje que ha realizado Big Lazy Robot en un intento de representar con simpáticos robots cómo actuamos los seres humanos, centrándose en algunos estereotipos que caracterizan de forma bastaste acertada a una gran parte de la sociedad: Los que quedan para estar juntos pero chatean con otros que no están presentes. Los que pasan el rato mirando el móvil constantemente. Los míticos amantes de fotos de gatitos. Los que necesitan recibir ‘Me Gustas’ como el respirar. Los que utilizan aplicaciones que no tienen sentido alguno… Y, sobre todo, los que no pueden esperar a obtener el último modelo, aunque apenas tuviera alguna mejora respecto al modelo anterior.

Puede parecer una dura crítica ante Apple y la obsolescencia planificada, pero los autores reconocen que no tenían esa intención:

“No hay que tomarse demasiado en serio el mensaje. Es un vídeo promocional que hemos hecho para reírnos de nosotros mismos. Todos tenemos un lado i-diota… ¡Y es muy divertido!”

En cambio, sí reconocieron anteriormente que “nuestra felicidad se basa en cosas que no necesitamos”. Y ahí hay que reconocer que razón no les falta. La obsolescencia planificada es algo así como una estrategia -no escrita- llevada a cabo por las marcas por la que se establece una ‘fecha de caducidad ficticia’ a un producto, para que cuando sea superada, el producto dé la imagen de obsoleto ante el mercado, y así poder vender continuamente nuevos modelos con pequeñas variaciones, con algunas mejores, con diferentes prestaciones, etc. dándonos la sensación de que realmente los necesitamos. Han conseguido establecer en nuestra sociedad la idea de que hay que consumir, consumir y consumir para ‘no quedar anticuado’ y ser socialmente aceptado. Es un tema interesantísimo que tiene mucho para hablar.

Aunque el cortometraje critica nuestra absurda actitud ante el consumismo en general, el que sale peor parado es Apple; No le muestran directamente en el vídeo, pero el nombre, los iPhone y el logo parcialmente modificado dejan poco lugar a la imaginación. Reconozco que me ha encantado porque ha sabido plasmar nuestra actitud y resumir muy bien nuestra forma de comprar en tan solo 4 minutos. Lo único malo… Que realmente somos así.

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