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Blogs Música para la NASA. por Álvaro Alonso

Deja de bailar a Chic

Deja de bailar a Chic
Álvaro Alonso el

“Deja de bailar”, mi sección de los viernes dedicada a la pista de baile espacial, rinde homenaje a Carlos Berlanga, autor de una canción  algo escondida en su repertorio con Dinarama que se llamaba así, “Deja de bailar”, una especie de autorréplica de su “Bailando”, compuesta también por Carlos para Alaska y los Pegamoides.

Muchos son los paralelismos que se pueden encontrar entre la era en la que vivimos y la era de la aparición de la película Fiebre del Sábado Noche en 1978. Aunque tres décadas y un lustro han pasado ya desde que el distrito neoyorquino Bay Ridge en Brooklyn se convirtiera en lugar de nacimiento de la fiebre por las discotecas, reuniendo a multitudes que hacían cola para evadirse de sus problemas en clubes como Studio 54, la música que se grabó en esos primeros años sentó las bases de un estilo, la música disco, que cuenta hoy con tantos adeptos como detractores.

Hoy día canciones como “Le Freak” de Chic suenan igual de frescas e impactantes que el primer día.  Los maestros Nile Rodgers y Bernard Edwards, o lo que es lo mismo, el guitarrista y el bajista del grupo Chic, llegaron a vender 7 millones de discos y al número 1 de las listas Billboard a partir de unas demos grabadas sin dinero, con dos guitarras y dos amplificadores.

En 1977 el sello Atlantic tuvo el olfato de ficharlos y convertir aquella idea seminal en un grupo, con la incorporación de Tony Thompson a la batería y dos cantantes, Alfa Anderson, por entonces profesora en una escuela de Nueva York, y Luci Martin, bailarina que había realizado giras con musicales como Hair.

El single “Le Freak”, que hacía referencia explícita a las noches en Studio 54, salió como single para Atlantic en 1978, y tras las reticencias iniciales de los discjockeys de radio, se convirtió en pocos meses en un éxito imparable en todo el planeta. Hoy día sigue teniendo que estar preparada y lista para toda sesión que se precie.

Para sacarle brillo a la pista de baile -como le gustaba anunciar sus hits al héroe de la radio Rafa Abitbol-, se hace obligado programar en la sesión “Le Freak” de Chic y emular las contorsiones que se practicaban en aquellos frenéticos años.

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