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Netball, el deporte que surgió por un error de interpretación

Pilar Quijada el

David Atienza

El netball es un deporte destinado exclusivamente a mujeres (aunque ha aparecido algún campeonato masculino) muy similar al baloncesto, a cuyos orígenes está muy ligado.  En realidad desciende de él a raíz de un hecho cuanto menos curioso, por un error de interpretación. Reconocido como Olímpico en 1995, no se ha incorporado a ninguna olimpiada, hecho por el que su federación internacional lucha día a día. Se jugó por primera vez en Inglaterra, aunque no tuvo reglas oficiales hasta 1960. A partir de 1963 se acordó la celebración de los Campeonatos del Mundo cada 4 años, el primero en Eastbourne (Inglaterra).

James Naismith tuvo que inventar un deporte para entretener a los trabajadores de una asociación de jóvenes cristianos. Todos los intentos daban como resultado actividades en las que muchos de los participantes resultaban heridos, por lo que pensó en una en la que debían encestar una pelota en una caja de melocotones elevada, ya que así la velocidad que alcanzaría el esférico sería menor al tener que caer en vez de ser lanzada. Así surgió el baloncesto, originariamente con nueve jugadores por equipo.

Al cabo del tiempo, una profesora le solicitó al creador una copia de las reglas, pero al realizar el dibujo dividió la cancha de juego en tres partes iguales, colocando a cada bloque de jugadores (tres defensas, tres centrales y tres delanteros) en cada uno de los tercios dibujados, con la única intención de ayudarla a comprender cuál sería la distribución ideal. Sin embargo lo que ella interpretó fue que dichas líneas limitaban la libertad de movimientos de cada una de las posiciones, lo cual se corresponde con una de las actuales normas del netball.

El juego

Los equipos están formados por siete jugadoras de campo, todas con las iniciales de cada demarcación estampadas en la camiseta por delante y por la espalda. Esta demarcación es la que les impide moverse por todo el campo, pudiendo desplazarse sólo por unas determinadas zonas en función del puesto que desempeñan. Cada zona está delimitada por líneas transversales, existiendo un total de tres partes.

En dos de estas tres zonas encontramos dos áreas de gol, que es desde donde está permitido encestar. Por lo tanto en el interior de ambas se alza un palo del que cuelga la canasta. En la parte central hay dibujado un círculo desde donde comienza el encuentro y se reanuda tras cada enceste.

El objetivo es conseguir encestar la pelota el mayor número de veces posible en la canasta contraria durante los cuatro períodos de 15 minutos de los que consta el partido. Sólo pueden realizar el lanzamiento dos jugadoras, y el balón debe llegarlas mediante pases, pasando obligatoriamente por la zona central. Cuando una jugadora tiene el balón en su poder no le está permitido moverse del sitio (estructura similar al baloncesto cuando el jugador ya no dispone de bote), disponiendo de tan sólo tres segundos para soltarlo. Los marcajes están predeterminados también por la demarcación de la jugadora.

En cuanto a  las infracciones, se distinguen dos tipos. Las primeras, de carácter menor, son las más abundantes, se corresponden con la violación de las normas de juego y se sancionan con un pase libre. Las otras, las de carácter mayor, violan los derechos del oponente y se sancionan con un pase penalti.

Estos son sólo algunos detalles y normas de este curioso, veloz y pacífico deporte sobre el cual desde aquí se anima a indagar más acerca de él e incluso, por qué no, buscar alguna posibilidad de practicarlo.

Vestuario
Pilar Quijada el

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