Joaquín María López, profesor de Educación Física de Bachillerato del colegio Virgen de Mirasierra, jugador amateur de baloncesto y velocista internacional.
-¿Cuánto años llevas como entrenador de baloncesto?
-Desde que estoy en este colegio, catorce años.
–Actualmente, el equipo juvenil femenino es líder de su grupo en la clasificación, ¿cuáles son los factores clave para este gran logro?
-Este equipo ya fue campeón el año pasado. Las chicas nuevas han encajado, perfectamente, con la raíz del equipo a nivel de juego y juntas tiene una estupenda cohesión social.
-Trabajar con chicos o chicas no es lo mismo, ¿qué diferencias destacarías?
-En estas edades las chicas están más descentradas que los chicos en general; sin embargo, a nivel de competición sucede al revés. Las chicas son más competitivas, canalizan sus emociones y en los partidos dan el 100% de sí mismas.
-Para llegar a este punto dónde las jugadoras se mueven tan rápido y con tanta pasión, ¿cuál ha sido el trabajo anterior en edades más tempranas?
-En primer lugar, fomentar los valores positivos del deporte, en general, y del baloncesto en particular. Además de trabajar el contraataque, las ayudas defensivas, mucha técnica individual y, sobre todo, compensación de juego e ilusión.
–Algunas personas priorizan en la educación de sus hijos, los conocimientos sobre la práctica de ejercicio físico, ¿cuál es tu opinión al respecto?
-No se pueden disociar. La inteligencia motriz debe ser fomentada como el resto de inteligencias porque sirve, también, para consolidar conocimientos.
–¿Cómo es la competición de Escuelas Católicas de Madrid (ECM) dentro del contexto escolar?
-Para nosotros se adecua, totalmente, a los requisitos que buscamos. Llevamos participando catorce años en la competición de ECM porque nos parece un cauce adecuado de transmisión de valores, se respira buen ambiente entre los colegios y hay buen nivel competitivo.
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